Picar código
verbo, jergaForma despectiva de referirse a la actividad o el oficio de programar.
Lleva 10 años picando código. Vaya pringao. – Todos nosotros en algún momento
Picar código. Vaya expresión más rara. Parece algo inofensivo. Todos la hemos utilizado alguna vez, de broma, como una queja o como una excusa: yo sólo pico código.
El problema con esta forma de hablar es que oculta unos síntomas más graves. Tal vez esconde el hecho de que la mayoría de los programadores están descontentos con lo que hacen.
Sólo hago lo que me dicen. No me interesa el negocio donde trabajo. No me importa la metodología de trabajo que utilizan. Voy hecho un zombie por la oficina. Ni siquiera sé porqué programo.
Destacar es malo en cualquier caso. Llevo un traje de camuflaje a la oficina a juego con mi cubículo. Que nadie sepa que estoy aquí. Que nadie me pregunte nada. Y menos de programación.
Necesitaban 50 programadores para terminar el proyecto de la muerte. Me escogieron a mí. Pero tengo la sensación de que da igual que esté o no.
Todos mis antiguos compañeros tienen puestos de gestión. A mis 35 años, hasta mi madre se preocupa por mi futuro. Tengo que llegar a jefecillo como sea.
Creemos que hay otra forma de trabajar. Queremos eliminar lo negativo y lo ingrato que se entiende por picar código. De hecho, no queremos volver a hablar de picar código. Hay que eliminar esa expresión de nuestro vocabulario.
Dejemos de picar y empecemos a programar. Tenemos que entender que programar es una tarea creativa, que no caduca cuando cumples 30 años, y que no se realiza en una habitación cerrada, escondida de los clientes de tu empresa.
Tu trabajo lleva tu sello, y no una multitud de Ctr-C y Ctr-V. Todas tus lineas tiene un propósito y no te importa proyectarlas en la pared para sugerencias de tus compañeros.
La mayoría de los días, haces una pequeña práctica de programación. Practicas escribir tests. Mejoras tus refactors. Experimentas.
Conoces las ultimas tendencias en lenguajes. Estás aprendiendo formas más eficaces de utilizar tu editor. Lees blogs relevantes y atiendes presentaciones en grupos de usuarios.
Te involucras en el negocio para el que trabajas ¿Por qué es importante lo que estás programando? ¿Cómo utilizan tus programas? ¿cuándo? ¿quién? ¿por qué? Haces preguntas y entiendes el valor que aportas con tu trabajo.